BP kudu horn

BP kudu horn

miércoles, 18 de enero de 2017


¿Es un cuento el aprendizaje? El aprendizaje de un cuento



Y finalmente el cuento se acabó.

El cuento de las lecturas.

El cuento de las actividades.

Y el cuento de la asignatura.

Y también el cuento mental que he ido construyendo en mi cerebro para incluir todos los aprendizajes educativos significativos. Pero ese cuento también es vivencial. A la vez que he ido construyendo mi aprendizaje he ido añadiendo experiencias que han hecho del proceso un cuento con una visión cognitiva y personal.

Y,  a su vez, el proceso ha sido proceso doble. El primer proceso lo podemos definir como un  proceso de “descebollinización”, de quitarse capas de como una cebolla.

En mi caso, de perder buena parte, en cada capa, de los aspectos más  “trascendentales” del método científico. Así, he ido perdiendo kilos de objetividad, de referencias y de escepticismo pragmático para hacer sitio a la frescura de lo diverso, y para enseñarme que NO siempre el león es el rey de la Selva, aunque lo diga la Ley de Fulano o el principio de cetano.

Este lifting científico me ha sentado maravillosamente, por otra parte. Se ser un morrocoy o un tapir en un estanque lleno de rayas, de ser un pez dentro de un estanque acechado por las garzas he pasado a escribir de nuevo mi propio futuro.

Y dentro de estos aspectos que debía perder, quizá el más característico en mi manera de hacer las cosas estaba el de correlacionar. Yo siempre he visto el hecho de correlacionar como algo positivo. De hecho, creo que es quizá la mayor de las virtudes que se pueden tener en el estudio o en el trabajo. Se esté en el ámbito en que se esté, saber las  posibles ramificaciones, los tentáculos que subyacen es una ventaja que posibilita los aprendizajes, y te posibilita tener un pensamiento lateral, una creatividad más evidente. Ser yo mismo. Simplemente, ser Simón.

Pero he aquí que con la Iglesia hemos topado, Sancho.

Y trabajo me ha costado, como decía en mi segunda entrada.

Y es que no podemos medir la literatura por los mismos parámetros que el resto de asignaturas.

La literatura es, no está.

Es belleza. Es pasión. Es sentimiento. Es la expresión personal de un escritor sobre un tema. Es una visión personal, trabajada y elaborada para crear y despertar en el lector una cascada de sensaciones que lo hacen sentir, sumergirse y vivir lo mismo que el autor ha creado y sentido.

Y no está al servicio de las demás asignaturas del currículum de Educación Primaria, Secundaria o Universitaria. No se debe usar la literatura como moneda de cambio para trabajar otras asignaturas. No se debe usar la literatura para otra cosa que no sea literatura. Para otras asignaturas ya tenemos otro tipo de textos. Pero no la literatura.

Si, Irune. Me ha costado pero al fin me lo he grabado a hierro y fuego en mi cerebro, y, transmutándome en un personaje del Siglo de Oro “a fe mía que lo defenderé a capa y espada ante el que ose no respetar a esta doncella”, como diría cualquier caballero de Fuenteovejuna.

Irune, me decías entre risas que muchos compañeros realizaban una especie de “intrusismo profesional”. Y creo que es un sentimiento completamente comprensible. Porque, como bien recordamos, un texto literario debe tener un objetivo artístico, con predominio del a función poética, pertenecer a un género literario –narrativa, poesía o teatral-, y ser un texto de ficción.

Pero que bajo este prisma artístico, tampoco deberíamos medir por este baremo a otras opciones artísticas.

Me ha hecho especial ilusión despertar, tras años de hibernación, casi de encantamiento, cual Bella (o Bello ¿alguien se lo cree?) Durmiente, algunos aspectos de mi faceta literaria que creía perdidos. Así, como ya mencioné, he recuperado mi libro de vivencias. Y he vuelto a escribir en él. Y he vuelto a recuperar el gusto por la escritura. Y he vuelto a escribir poesía. En fin, ahora soy un poco, un mucho más yo. En fin, he recuperado otra parte de mi vida.

Pero también he ido adquiriendo otra serie de capas, de “cebollinización paulatina”, de aprendizaje, de adquisición de experiencias y de consejos, y de diálogo, mucho diálogo.

Y si, Irune, quizá te deberían de pagar aparte por mi…….

Pero la verdad es que he disfrutado todas y cada una de las charlas que hemos tenido. Han sido tremendamente enriquecedoras. Y es que hay pocas cosas que me hagan disfrutar tanto como una buena charla, sea del tema que sea.

Me pueden tachar de analógico, pero el cara a cara jamás podrá suplirse con tecnología alguna. Las vídeoconferencias, el Skype, se acercan mucho, pero esa “calidez humana”, ese hablar a una persona y no a una pantalla, se pierde.

Y tras todas estas charlas, trabajos y lecturas, búsquedas, síntesis y pretensiones el mayor de todos los aprendizajes que he realizado en esta asignatura y que Irune, con  su  buen hacer se ha encargado de repetirme hasta que yo lo he tomado como mío es el que ya he escrito en mayúsculas anteriormente:

La literatura es.

Y lo que la literatura es, ya lo hemos escrito antes. Pero también la literatura te aporta y te enriquece.

Y a mí, la literatura me ha dado mucho en estos meses.

En primer lugar, referencias bibliográficas.  Disculpadme que aun me salga esa vena científica y analítica. Pero en este caso es estos libros son más el referente al que intento llegar que libros de consulta. Y por otra parte, en muchos casos no son literatura, pero transmiten tanta sensación de belleza, de poesía, que creo necesario destacarlos.

En la primera entrada, aunque el libro no era de mi entero agrado, si que me quedó con la esencia. Y como dice la canción, “cada quién es cada quién y cada quién es cada cual”. Hay que pretender ser tu mismo y dejarse de convencionalismos.

La segunda entrada, por el contrario, me ha permitido descubrir dos libros que recomiendo desde primera hasta la última página. Así, el libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas, de  Bettelheim,  es una visión diferente, adulta y que contiene mucha poesía.  Y en Los cuentos de hadas clásicos anotados, de la Dra Tatar, podemos encontrar cada uno de los cuentos clásicos y su crecimiento y transformación con el paso del tiempo, mostrando, de manera soberbia, la vivencia de los cuentos. Sé que voy a consultar estos dos libros con muchísima frecuencia en mi carrera docente.

En la tercera, los libros para niños de la Colección Alba y mayo de Ediciones de la Torre.de autores del Siglo de Oro español nos pueden ayudar a dar una visión muy objetiva a los alumnos de lo escrito, pero de una manera amable y sencilla.

De la cuarta entrada me entusiasmó el relato completo. De hecho creo que lo voy a usar muy a mudo como lectura en diversos cursos, si me es posible. Aunque sea un relato, la función poética está tan desarrollada que me parece un poema de verso libre.

Y de la quinta, no me quedo con ningún libro, sino con la capacidad que había perdido de emocionar y emocionarme con lo que escribo.  Esa vivencia del libro que me queda por escribir la guardaré como oro en paño.

Pensaba incluir algún apunte sobre lo principal de cada uno de los temas, pero creo que está de más. Como único punto quiero destacar el papel que nos corresponde a los profesores para hacer llegar la literatura a los alumnos. Mediante el cuento, haciéndolos nuestros. Mediante la lectura, motivando a los alumnos. Y mediante la escritura, sirviendo de guía y acompañamiento de los alumnos en sus creaciones literarias.

Por otra parte me llevo mis vivencias y momentos compartidos. Los momentos de trabajo con mis compañeros, con mis amigos. Y es que realmente trabajar con Altea y con Guillermo es trabajar en equipo. Un equipo que ya se conoce bien, y si es alrededor de unos montaditos, mejor. Chicos, muchas gracias por compartir otra aventura más conmigo.

Momentos más en solitario

Momentos de profunda concentración

Momentos de reflexión.

Momentos de decepción, como no, cuando las correcciones te hacen ver que tu aprendizaje no es el óptimo, a pesar de tus ideas.

Y aquí tengo que recalcar que el “feedback”, la retroalimentación que nos has dado ha sido vital para poder mejorar y poder seguir una senda que por momentos se tornaba trocha de montaña serpenteante, resbaladiza y angosta, o senda en una selva impenetrable, para pasar a ser una bonita pista rodeada de los pájaros, las flores y árboles centenarios de los libros.

Y por otra parte, también he ganado en personalidad. No tanto a lo personal, sino en cuanto a mi manera de redactar y presentar los trabajos.

Del  aséptico primer texto, lleno de referencias, muchas equivocadas por  ese espíritu de alejarme de lo escrito,  al personalísimo quinto, donde tan solo existe mi propi vida y mi intuición,  creo que he cumplido un ciclo de catarsis completo. Y eso también lo he conseguido en esta asignatura.

La verdad es que son muchos los aspectos y las formas que he pulido.

De ser un bloque de acero he pasado a ser madera pulida, y más tarde se ha ido reproduciendo en mí un rico relieve, una pléyade de figuras diversas que han conformado en mi una forma de ver el conocimiento de la asignatura muy semejante al que tenía con 20-25 años.

Esta “involución desarrollada” me sirve para reafirmar posturas pretéritas, además de para enriquecerla con la experiencia, con compañeros, con amigos, y con una magnífica maestra.

Un saludo a todos los copartícipes de esta aventura. Nos vemos en las páginas de cualquier libro.



                                                                                                Jesús

1 comentario: