BP kudu horn

BP kudu horn

martes, 25 de octubre de 2016


No puedo negar que la realización de estas actividades me está costando más de lo que pensaba en un primer momento. Necesito resetear el cerebro para pasar de unas disciplinas más científicas a otras más humanistas o humanas.

De datos, he pasado de trabajar con lo objetivo a algo más subjetivo; de variables cuantitativas, fácilmente interpretables, a las cualitativas, más complejas de interpretar. Pero hoy, el trabajo no trata de la interpretación de una variable, sino de hablar de parte de uno de los pilares de la transmisión del conocimiento y la tradición: la tradición oral.

Durante mucho tiempo el hombre transmitió cada una de sus inquietudes mediante la tradición oral. El idioma era hablado, y tan solo en muy contadas ocasiones, se escribía. Y siempre eran obras de una minoría cultivada. Sin embargo, el pueblo llano, inventaba obras que pasaban de generación en generación (Jones, 2002); se modificaban; se dulcificaban o recrudecían. Así, cuentos como “La Bella Durmiente” provienen de otros cuentos de tradición oral, como “Sol, Luna y Talia”, de Gianvattista Basile, autor del SXVII, que o recogió en el Pentamerón (Tatar, 2010). Este cuento recogía el sentir del pueblo en aquella época convulsa de la Italia del SXVII. Por lo tanto, podríamos decir que en aquella época los cuentos eran ”el termómetro” del sentir del pueblo, que no sabía escribir, y expresaba en los cuentos sus sentimientos. Sentimientos adultos, no de niños. Los cuentos se llaman cuentos porque etimológicamente proviene del latín  computus, cuenta. Por lo tanto, conocer los cuentos es conocer la tradición oral de cada una de las culturas.

Incluso hoy en día algunas nuevas  ediciones llaman la atención por la crudeza de sus historias y se publican noticias con titulares muy llamativos. Como ejemplo, este titular de “The Guardian”.


Pero a partir del siglo SXVII, escritores como Basille o Perrault comenzaron a recopilar estas obras y a fijarlas, a la vez que a suavizarlas.

Finalmente, los hermanos Grimm o Andersen dejaron resueltos los cuentos como historias para niños, una vez que los cuentos habían perdido su sentido de “sentir” del pueblo, típico de juglares y cuentacuentos.

Por lo tanto, los cuentos son importantes ya que recogen el sentir, el acerbo de la cultura popular de muchos siglos. Y conocer y sentir esos cuentos, es conocer esa cultura popular, como ya he comentado antes.

Por otra parte, y debido a su amplio recorrido histórico, los cuentos contienen numerosos personajes pseudohistóricos, leyendas, mitos y clichés históricos que muchas veces son imprescindibles de conocer así mismo la cultura e incluso la historia de un país.

Así, los gnomos y los trolls de la cultura nórdica o las leyendas artúricas de Inglaterra son ejemplos que se han perpetuado en el tiempo en base a cuentos populares recogidos en el folklore del país.

Pero éste es únicamente el caso de Europa.

En otras culturas la literatura o la cultura folklórica ha sido, y es, la única forma de transmisión oral de su historia, mitos y leyendas, ya que estas culturas carecen de escritura. Es el caso de muchas tribus centro y sudamericanas, donde tan solo muy recientemente se ha compilado su tradición oral.

En el continente asiático, la fijación de la tradición oral fue muy anterior, a la europea. Así, en fechas tan tempranas como 1100 ya se habían compilado cuentos en China, Japón y la India. En este último caso, el libro, el Panchatantra, es conocido como una de las joyas de la literatura india, cuyo origen es muchísimo anterior, y que trataba de ser un manual de formación para futuros príncipes. Por lo tanto, los cuentas también se utilizaron para formar a las élites de algunos países asiáticos.

Resumiendo, y recomendando la lectura del libro “psicoanálisis de los cuentos de hadas”, de Bettelheim, la importancia de conocer, trabajar y disfrutar de os cuentos de hadas reside en que:

a.       Hacer que se desarrolle nuestro pensamiento,  especialmente nuestra imaginación, y por ende, nuestro cerebro.

b.      Afrontar y entender lo que sentimos y pensamos frente a diversos sentimientos, como el amor, el odio o el rencor, o frente al devenir de la vida (nacer, crecer, envejecer,  morir), o frente a determinadas acciones o conceptos, como el desprecio, la ira o el respeto.

c.       Hacer suyos los principios de la sociedad, así como las bases de la convivencia y el respeto hacia sí mismos y a los demás,. De esta manera, el alumno establecer á su propia moralidad y escala de valores (educación en valores).

d.      Escuchar los cuentos (aprender a aprender) hará que estos sean  parte integrante de nuestro acervo cultural, y por lo tanto, de nuestra vida. De esta manera desarrollaremos s gusto por la literatura (aprender a querer los libros).

e.      Aprender a enfrentarse a la la vida y la muerte y a todo lo que las rodea (dolor, pena, lamento) de una manera natural. Si exiten relatos bellos que contienen estos hechos conjuntamente y hacen del mundo un lugar más hermoso, seremos capaces de situar lo importante más allá de nosotros mismos.

f.        Creer en los finales felices, y así pensar que las acciones justas y buenas tienen una recompensa (lo justo prevalece). De esta manera entenderán que las buenas acciones nos ayudarán a elegir el camino correcto en toda situación. En definitiva, nos ayudar a empoderarnos como héroes del día a día.

Y también, por supuesto, está el mero acto (o hecho) de contar y escuchar el cuento. En este acto, realmente una comunicación, incluso un diálogo (¿cómo que un diálogo?) entre el “cuentacuentos” y los “escuchacuentos” donde fluye el saber popular, las emociones (es vital que el narrador empatice con el cuento y sea capaz de “transmitir” al alumno), se establecece un intercambio de cultura y emociones. Seremos partícipes del diálogo observando el lenguaje corporal de nuestros alumnos, y especialmente sus caras.

El cuento es un contenedor, pero también el vehículo de transmisión de la sabiduría popular. Y adquiere su razón de ser cuando es contado oralmente, no cuando se lee. La emoción es un ingrediente implícito al cuento.

Volviendo a Europa, para seguir la evolución de los personajes de cuento podemos recurrir a algunos libros. En mi caso, he consultado “Los cuentos de hadas clásicos anotados”, de María Tatar. Cayó en mis manos de manera fortuita, ya que, como tantas otras veces en estos meses, mi camino estaba errado y daba palos de ciego buscando los orígenes de los cuentos folklóricos europeos, sin saber que la Dra Tatar, de la Universidad de Oxford, había realizado el trabajo. Nuevamente Irune me sacó del error.

Parece que los cuentos han perdido vigencia en los adultos, pero personalmente no lo siento así.  De hecho, el comienzo de los cuentos, ese mítico “érase una vez….”, o ese otro “……hace ya mucho tiempo…..” están entre las muletilla que empleamos cuando queremos que alguien escuche lo estamos contando.

Incluso el comienzo del Quijote, con ese “………no ha mucho que vivía…….” Intenta rememorar la fórmula tradicional del cuento.

Y hoy en día, series  de televisión como “Érase una vez…”, o películas como la saga de Star Wars “Hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana…..”  también nos hacen rememorar ese idea del cuento, de la tradición oral,  a través de las imágenes.

Citando a Bettelheim “ ……si no disponemos de fantasías que nos den esperanzas, tampoco tendremos la  fuerza necesaria para enfrentarnos a las adversidades . La infancia es el período de nuestra vida en el que más deben alimentarse esas fantasías.

Nosotros damos impulso a las fantasías de nuestros niños, les permitimos que dibujen lo que quieran o se inventen historias, Pero si carecen de la fantasía heredada, es decir, de los cuentos populares, no podrán por si solos inventar historias que les ayudan a vencer los problemas que se les presentan. Todos los relatos que ellos puedan crear serán únicamente expresiones de sus propios deseos y ansiedades”.

Por lo tanto, jamás podremos decir no a la tradición oral contada por una voz y modulada por los sentimientos que transmite.

A continuación os presento tres cuentos de tres continentes diferentes. Uno europeo, clásico, en su versión de los hermanos Grimm; otro asiático, parte de un libro antiquísimo que recopila cuentos de la tradición oral hindú, y que un sacerdote unió como parte de los valores para educar a los príncipes; y un tercer cuento sudamericano que presenta la tradición oral de los indígenas prehispánicos, que transmitían todo mediante la palabra.

¿Y por qué hago esta compilación tan ecléctica?

En primer lugar, porque leer cuentos de diferentes países es realizar un viaje alrededor del mundo. Es leer la tradición, la cultura y la historia popular compiladas.

Por otra parte, el lenguaje es muy diferente. Del estilismo de los Grimm, al preciosismo de los hindúes o a la claridad de los amerindios.

Pero el cuento será muy diferente de acuerdo a quien lo lea. Realmente, si leemos un cuento, debemos creer el cuento. Si no, la magia de la palabra, no se producirá. Y por eso, los cuentacuentos, los buenos cuentacuentos, son tan escasos.

He encontrado muchas versiones de los cuentos que he estado testando en inglés, y muchas de ellas perfectamente documentadas. Sin embargo, esto no ha sido así en castellano. Muchas de las versiones son muy dudosas. Es muy curioso, sorprendente. Y la verdad, no tengo razón real que lo justifique.

Pero, vamos al núcleo de la actividad propuesta. En primer lugar, os propongo “la Bella Durmiente”.  Para mí, es el cuento de cuentos y os lo propongo en primer lugar y como representante de los cuentos folklóricos europeos.

Contiene todos los ingredientes que nos gustan. Un príncipe y una princesa perfectos, aunque algo “bobos”, según las normas actuales; una mala malísima; mucha magia, buena y mala, y un final feliz.

A su vez, os propongo dos versiones.

La primera. Una versión completamente fiel al original. Y una segunda contemporizada, aunque respetando completamente el original.

La Bella Durmiente/ la pequeña Briar-Rose

Este cuento es más conocido como “La Bella Durmiente”, también se le conoce como “La Espina de la Rosa”, fue publicado en 1812. Existe otra versión del escritor francés Charles Perrault, publicado en 1697.

Esta versión la he obtenido de  la edición de “Cuentos de los Hermanos Grimm” Editorial Digital. Imprenta Nacional. Costa Rica, y dice así:

Hace muchos años vivía un rey y una reina, que decían todos los días: -¡Ay, si tuviéramos un hijo! -y no les nacía ninguno; pero una vez, estando la reina bañándose, saltó una rana en el agua, la cual le dijo: -Antes de un año verás cumplido tu deseo, y tendrás una hija. No tardó en verificarse lo que había predicho la rana, pues la reina dio a luz una niña tan hermosa, que el rey, lleno de alegría, ignoraba que hacer y dispuso un gran festín, al cual invitó no sólo a sus parientes, amigos y conocidos, sino también a las hadas para que la niña fuese amable y de buenas costumbres. Había trece hadas en su reino, pero como sólo tenía doce cubiertos de oro, que son los únicos con que comen, una de ellas no podía asistir al banquete. Celebrose éste con gran magnificencia, y al terminarse, regaló a la niña cada una de las hadas un don especial; ésta la virtud, aquella la hermosura, la tercera las riquezas, y así le concedieron todo cuanto puede desearse en el mundo; mas apenas había hablado la undécima, entró de repente la decimotercera, deseosa de vengarse porque no la habían convidado, y sin saludar ni mirar a nadie, dijo en alta voz: -La princesa se herirá con un huso al cumplir los quince años y quedará muerta en el acto. Y salió de la sala sin decir otra palabra. Asustáronse todos los presentes, pero entró enseguida la duodécima que no había hecho aún su regalo; no pudiendo evitar el mal que había predicho su compañera, procuró modificarle y dijo: -La princesa no morirá, pero estará sumergida en un profundo sueño por espacio de un siglo, del cual volverá, trascurrido este tiempo.

El rey, que quería evitar a su querida hija todo género de desgracias, dio la orden de que se quemasen todos los husos de su reino; pero la joven se hallaba adornada de todas las gracias que la habían concedido las hadas, pues era muy hermosa, amable, graciosa y entendida, de manera, que cuantos la veían, sentían hacia ella el mayor cariño. Mas al llegar el día en que cumplió los quince años, dio la casualidad de que se hallase sola en palacio por haber salido el rey y la reina; comenzó a recorrer aquella vasta morada, deseosa de saber lo que contenía y vio una tras otra todas las habitaciones hasta que llegó a una torre muy elevada; subió una estrecha escalera y llegó a una puerta, la cual no se tardó en abrir, dejándola ver una pequeña habitación, donde se hallaba una anciana con su huso hilando con la mayor laboriosidad. -Buenos días, abuelita, -dijo la princesa-, ¿qué haces? -Estoy hilando, -contestó la anciana haciendo una cortesía con la cabeza. -¿Qué es eso que se mueve con tanta ligereza? -continuó diciendo la niña; y fue a coger el huso para ponerse a hilar; pero apenas le había tocado, se realizó el encanto y se hirió en el dedo. En el mismo instante en que sintió la cortadura fue a parar a su cama, donde cayó en un profundo sueño, el cual se extendió a todo el palacio. El rey y la reina, que habían entrado en aquel mismo momento se quedaron dormidos, igualmente que toda la corte; también se durmieron los caballos en la cuadra, los perros en el patio, las palomas en el techo, las moscas en la pared, y hasta el fuego que ardía en el fogón dejó de arder, y la comida cesó de cocer, y el cocinero y los pinches se durmieron por último, para que no quedase nadie despierto. Cesó también el viento y no volvió a moverse ni aun la hoja de un árbol de los alrededores del palacio. No tardó mucho en nacer y crecer un zarzal en torno de aquel edificio, el cual fue haciéndose más grande cada día hasta que le cercó por completo, de manera que ni aun su techo se veía, y solo los ancianos del país podían dar alguna noticia de la hermosa Briar Rose que se hallaba allí dormida; pues con este nombre era conocida la princesa, y de tiempo en tiempo venían algunos príncipes que querían penetrar a través de la zarza en el palacio, mas les era imposible, pues las espinas se cerraban fuertemente, y los jóvenes quedaban cogidos por ellas, no pudiendo muchas veces soltarse, de modo que morían allí. Trascurridos muchos, muchos años, fue un príncipe a aquel país y oyó lo que refería un anciano de aquella zarza, detrás de la cual había un palacio, en el que dormía desde el siglo anterior una hermosa princesa, llamada Briar Rose, y con ella estaban dormidos el rey y la reina y toda la corte. Añadió además haber oído decir a su abuelo que muchos príncipes habían tratado ya de atravesar por el zarzal, pero que no lo habían podido conseguir, quedando en él muertos. Entonces dijo el doncel: -Yo no tengo miedo y he de ver a la bella Briar Rose. El buen anciano quiso distraerle de su propósito, mas viendo que no lo conseguía, le dejó entregarse a su suerte. Pero precisamente entonces habían trascurrido los cien años y llegado el día, en el cual debía despertar, Briar Rose. Cuando se acercó el príncipe a la zarza, la halló convertida en un hermoso rosal, que abriéndose por sí mismo le dejó pasar cerrándose después. Llegó a la cuadra y vio dormidos a los perros y caballos, miró el techo y vio a las palomas con la cabeza debajo de las alas, y cuando entró en el edificio, notó que las moscas estaban dormidas en las paredes, el cocinero se hallaba en la cocina en actitud de llamar a los pinches, y la criada estaba cerca de un gallo que parecía dispuesto a cantar. Fue un poco más lejos y vio en un salón a toda la corte dormida, y al rey y a la reina durmiendo en su trono. Fue un poco más allá y todo se encontraba tranquilo, sin que se oyese el menor ruido, hasta que al fin llegó a la torre y abrió la puerta del cuarto en que dormía Briar Rose. Quedose mirándola, y era tan hermosa, que no pudo separar sus ojos de ella; se inclinó y le dio un beso, pero apenas la habían tocado sus labios, abrió los ojos Briar Rose, despertó y le miró con la mayor amabilidad. Bajaron entonces juntos y despertó el rey y la reina y toda la corte y se miraron unos a otros llenos de admiración; despertaron los caballos en la cuadra y comenzaron a relinchar, y los perros ladraron al levantarse y las palomas que se hallaban en el techo sacaron sus cabecitas de debajo de sus alas, miraron a su alrededor y echaron a volar; las moscas se separaron de las paredes, el fuego se reanimó y se puso a chisporrotear en la cocina y se coció la comida; el cocinero dio un cachete a cada pinche, los cuales comenzaron a llorar, y la criada despertó al canto del gallo. Celebrose entonces con grande magnificencia la boda del príncipe con Briar Rose y vivieron felices hasta el fin de sus días.”

Como vemos, los verbos están en constante perífrasis, y el lenguaje presenta algunos arcaicismos.

En cambio, esta versión presenta un texto completamente modernizado.


Hace muchos años vivían un rey y una reina quienes cada día decían: "¡Ah, si al menos tuviéramos un hijo!" Pero el hijo no llegaba. Sin embargo, una vez que la reina tomaba un baño, una rana saltó del agua a la tierra, y le dijo: "Tu deseo será realizado y antes de un año, tendrás una hija."


Lo que dijo la rana se hizo realidad, y la reina tuvo una niña tan preciosa que el rey no podía ocultar su gran dicha, y ordenó una fiesta. Él no solamente invitó a sus familiares, amigos y conocidos, sino también a un grupo de hadas, para que ellas fueran amables y generosas con la niña. Eran trece estas hadas en su reino, pero solamente tenía doce platos de oro para servir en la cena, así que tuvo que prescindir de una de ellas.


La fiesta se llevó a cabo con el máximo esplendor, y cuando llegó a su fin, las hadas fueron obsequiando a la niña con los mejores y más portentosos regalos que pudieron: una le regaló la Virtud, otra la Belleza, la siguiente Riquezas, y así todas las demás, con todo lo que alguien pudiera desear en el mundo.


Cuando la décimo primera de ellas había dado sus obsequios, entró de pronto la décimo tercera. Ella quería vengarse por no haber sido invitada, y sin ningún aviso, y sin mirar a nadie, gritó con voz bien fuerte: "¡La hija del rey, cuando cumpla sus quince años, se punzará con un huso de hilar, y caerá muerta inmediatamente!" Y sin más decir, dio media vuelta y abandonó el salón.


Todos quedaron atónitos, pero la duodécima, que aún no había anunciado su obsequio, se puso al frente, y aunque no podía evitar la malvada sentencia, sí podía disminuirla, y dijo: "¡Ella no morirá, pero entrará en un profundo sueño por cien años!"


El rey trataba por todos los medios de evitar aquella desdicha para la joven. Dio órdenes para que toda máquina hilandera o huso en el reino fuera destruido. Mientras tanto, los regalos de las otras doce hadas, se cumplían plenamente en aquella joven. Así ella era hermosa, modesta, de buena naturaleza y sabia, y cuanta persona la conocía, la llegaba a querer profundamente.
Sucedió que en el mismo día en que cumplía sus quince años, el rey y la reina no se encontraban en casa, y la doncella estaba sola en palacio. Así que ella fue recorriendo todo sitio que pudo, miraba las habitaciones y los dormitorios como ella quiso, y al final llegó a una vieja torre. Ella subió por las angostas escaleras de caracol hasta llegar a una pequeña puerta. Una vieja llave estaba en la cerradura, y cuando la giró, la puerta súbitamente se abrió. En el cuarto estaba una anciana sentada frente a un huso, muy ocupada hilando su lino.


"Buen día, señora," dijo la hija del rey, "¿Qué haces con eso?" - "Estoy hilando," dijo la anciana, y movió su cabeza.

"¿Qué es esa cosa que da vueltas sonando tan lindo?" dijo la joven.

Y ella tomó el huso y quiso hilar también. Pero nada más había tocado el huso, cuando el mágico decreto se cumplió, y ella se punzó el dedo con él.

En cuanto sintió el pinchazo, cayó sobre una cama que estaba allí, y entró en un profundo sueño. Y ese sueño se hizo extensivo para todo el territorio del palacio. El rey y la reina quienes estaban justo llegando a casa, y habían entrado al gran salón, quedaron dormidos, y toda la corte con ellos. Los caballos también se durmieron en el establo, los perros en el césped, las palomas en los aleros del techo, las moscas en las paredes, incluso el fuego del hogar que bien flameaba, quedó sin calor, la carne que se estaba asando paró de asarse, y el cocinero que en ese momento iba a jalarle el pelo al joven ayudante por haber olvidado algo, lo dejó y quedó dormido. El viento se detuvo, y en los árboles cercanos al castillo, ni una hoja se movía.

Pero alrededor del castillo comenzó a crecer una red de espinos, que cada año se hacían más y más grandes, tanto que lo rodearon y cubrieron totalmente, de modo que nada de él se veía, ni siquiera una bandera que estaba sobre el techo. Pero la historia de la bella durmiente "Preciosa Rosa," que así la habían llamado, se corrió por toda la región, de modo que de tiempo en tiempo hijos de reyes llegaban y trataban de atravesar el muro de espinos queriendo alcanzar el castillo. Pero era imposible, pues los espinos se unían tan fuertemente como si tuvieran manos, y los jóvenes eran atrapados por ellos, y sin poderse liberar, obtenían una miserable muerte.

Y pasados cien años, otro príncipe llegó también al lugar, y oyó a un anciano hablando sobre la cortina de espinos, y que se decía que detrás de los espinos se escondía una bellísima princesa, llamada Preciosa Rosa, quien ha estado dormida por cien años, y que también el rey, la reina y toda la corte se durmieron por igual. Y además había oído de su abuelo, que muchos hijos de reyes habían venido y tratado de atravesar el muro de espinos, pero quedaban pegados en ellos y tenían una muerte sin piedad. Entonces el joven príncipe dijo:

-"No tengo miedo, iré y veré a la bella Preciosa Rosa."-

El buen anciano trató de disuadirlo lo más que pudo, pero el joven no hizo caso a sus advertencias.

Pero en esa fecha los cien años ya se habían cumplido, y el día en que Preciosa Rosa debía despertar había llegado. Cuando el príncipe se acercó a donde estaba el muro de espinas, no había otra cosa más que bellísimas flores, que se apartaban unas de otras de común acuerdo, y dejaban pasar al príncipe sin herirlo, y luego se juntaban de nuevo detrás de él como formando una cerca.

En el establo del castillo él vio a los caballos y en los céspedes a los perros de caza con pintas yaciendo dormidos, en los aleros del techo estaban las palomas con sus cabezas bajo sus alas. Y cuando entró al palacio, las moscas estaban dormidas sobre las paredes, el cocinero en la cocina aún tenía extendida su mano para regañar al ayudante, y la criada estaba sentada con la gallina negra que tenía lista para desplumar.

Él siguio avanzando, y en el gran salón vió a toda la corte yaciendo dormida, y por el trono estaban el rey y la reina.

Entonces avanzó aún más, y todo estaba tan silencioso que un respiro podía oirse, y por fin llegó hasta la torre y abrió la puerta del pequeño cuarto donde Preciosa Rosa estaba dormida. Ahí yacía, tan hermosa que él no podía mirar para otro lado, entonces se detuvo y la besó. Pero tan pronto la besó, Preciosa Rosa abrió sus ojos y despertó, y lo miró muy dulcemente.

Entonces ambos bajaron juntos, y el rey y la reina despertaron, y toda la corte, y se miraban unos a otros con gran asombro. Y los caballos en el establo se levantaron y se sacudieron. Los perros cazadores saltaron y menearon sus colas, las palomas en los aleros del techo sacaron sus cabezas de debajo de las alas, miraron alrededor y volaron al cielo abierto. Las moscas de la pared revolotearon de nuevo. El fuego del hogar alzó sus llamas y cocinó la carne, y el cocinero le jaló los pelos al ayudante de tal manera que hasta gritó, y la criada desplumó la gallina dejándola lista para el cocido.

Días después se celebró la boda del príncipe y Preciosa Rosa con todo esplendor, y vivieron muy felices hasta el fin de sus vidas.

¿Qué actividades propongo?

En primer lugar, tengo que elegir un curso al que contar el cuento.

Puesto que es un cuento clásico, con final feliz, lo podemos contar de primero a tercero de primaria. Sin embargo, ciertas palabras, como huso, o la redacción del primer cuento, más clásica, podrían ser impedimentos. Por lo tanto, yo escogería la segunda opción de cuento que propongo, y se lo leería a alumnos de segundo o tercero de primaria (Gross, 1999).

Porque, ¿cuál o cuáles son los temas que presenta el cuento?

En primer lugar, el amor y el odio. El amor de los padres a su hija, de las hadas a Rosa, del príncipe a Rosa. El odio, de la decimotercer hada (hasta el punto de desear, y casi perpetrar la muerte de rosa).

La confianza, casi candidez, e inocencia, de Rosa, hacia todo y todos (está sobreprotegida, pero muestra pureza de corazón), frente a la actitud retorcida del hada despechada (se siente humillada por no tener un plato a la mesa).

Y por último, la protección frente a las desgracias. Las hadas tratan de protegen, o sobreproteger a rosa con conjuros, pero Rosa no se enfrenta realmente a la realidad, y está inerme frente a ella.

Otros posibilidades, como la predestinación (vas a morir si o si), o la penitencia (tienes que cumplir 100 años e sueño), las dejaría completamente abandonadas, ya que pienso que se deben de abordar a otras edades (Smith y Mc Sherry, 2004).

En cuanto a la historia, no soy partidario e hacer adaptaciones a las obras de literatura. Se escribieron de una manera, y aunque lo que voy a decir suene controvertido, me parece que si hemos buscado las fuentes de la información, hacer ahora adaptaciones no es una buena opción. Creo que existen suficientes cuentos como para tratar los temas que tengamos en la cabeza sin tener que realizar adaptaciones.

Lo que si que veo oportunos es no usar partes completas, si son moralizantes e impiden el discurrir normal del pensamiento del alumno.

Pero, ¿realmente podemos tratar la temática del cuento a estas edades?

Si buscamos en las teorías psicoevolutivas, a esta edad, los alumnos presentan las siguientes características, establecidas en un mapa de ideas, vemos que si, que los alumnos son capaces. Distinto sería, por ejemplo, si la Bella Durmiente muriese. A esta edad, un cuento no puede acabar mal (Bettelheim, (2012).


Para comenzar con las actividades propiamente dichas, en primer lugar, exploraría los conocimientos previos. Preguntaría a los alumnos para que me contasen los cuentos de hadas que conocen, y el que fuese más conocido, les pediría que lo contasen con sus propias palabras por grupos (en una de 24 alumnos, seis grupos de cuatro alumnos).

Inmediatamente tras el cuento, pediría una retroalimentación, que sería que me contasen su personaje favorito; el personaje que menos les gusta; los animales que aparecen……..

También, que hagan un dibujo de cómo imaginan las hadas.

Y también, si les ha gustado, propondría hacer una obra de teatro del cuento. Si no, buscaría otro.

Para la obra de teatro, ocuparía tanto el tiempo de lengua, como el de plástica. Los alumnos deberían elaborar un guión con sus palabras, elegir el elenco según les guste, y preparar el vestuario.

En cuanto a actividades más entroncadas con los valores, podríamos hablar de la ayuda a los compañeros,  de la confianza y la desconfianza, o del amor y el odio.

Creo que este puede ser un buen punto para tratar así mismo el comportamiento posesivo de los niños frente a todo.

En cuanto a las actividades más dialógicas, creo que en primero y segundo de Primaria, y volviendo a las teorías psicoevolutivas anteriormente expuestas, los niños no son capaces de establecer un diálogo continuo, por lo que será mejor llevar a cabo actividades en las que los alumnos terminen una frase abierta de acuerdo con sus gustos o ideas, o jugar a sinónimos y antónimos según los valores que se encuentran en el cuento.

Creo que las actividades se deben de situar de una manera más general, y no tan dedicadas a una sola asignatura, ya que la propia LOMCE exige trabajar las competencias y habilidades, y la mayor parte de ambas se trabajan y perfeccionan trabajando de manera general, no por asignaturas estancas.

Incluso este cuento podría dar para generar un proyecto que de pie a trabajar muchos de los contenidos propuesto es en el currículo de Primero y Segundo de Primaria.

En cuanto al cuento del Panchatantra, he elegido el cuento VII,

“La garza, el pez y el cangrejo”.

Os lo propongo como imágenes, ya que el libro escaneado, de 1949, no se puede encontrar online en ningún otro formato. Hace poco se ha publicado una nueva edición del libro, pero aun así,  tampoco se puede conseguir en descarga.

Pero, ¿qué es lo interesante de esta edición?

Que está directamente traducida del sánscrito, la lengua en la que está escrita la transcripción de estos cuentos, por lo que, en principio, no caben demasiadas diferencias con el original.

Creo que uno de los puntos que debemos explotar a la hora de ofrecer contenidos a los alumnos es la motivación y la sorpresa. Por lo tanto, si  proyectamos a los alumnos la versión original, podremos engancharles y sorprenderles

Y más aun, si  nos aprendemos las primeras líneas y las leemos.





¿Qué actividades propongo?

Este cuento, por la manera en la que está escrito, así como por ser “muy real”, se presta más para alumnos de  quinto o sexto de primaria. Así mismo, está cargado de enseñanzas adultas (Gross, 1999).

En este caso, propongo eliminar desde “Y Varahamihira ha dicho:”, así como las recomendaciones 211, 212, 213 y 214, que son las enseñanzas que incluyen los monjes sobre el cuento.

Pero ¿Por qué es realmente adecuado?  Según el siguiente mapa de ideas, que desarrolla el contenido del desarrollo psicoevolutivo de los niños a esta edad, el cuento es adecuado.


En cuanto a los temas que trata, destaca ante todos la traición. La traición de la garza a los peces.

Así mismo el engaño. El engaño de la garza a los peces y del cangrejo a la garza, para aparecer como inocente cuando iba a matar a la garza

Pero no es lo mismo engaño, el de la garza a los peces, que astucia, el de los cuervos ante la serpiente o el del cangrejo a la garza.

Pero no es fácil de interpretar.

Así mismo, enlaza muy bien con algunos contenidos curriculares de estos cursos.

Siempre me han gustado los cuentos de animales, y a los niños les encantan (Bettelheim, 2012). Además, creo que a este cuento se le puede dar la suficiente vida como para ser el vehículo para varios tipos de actividades.

Tras el primer momento de sorpresa, podemos preguntarles el origen del alfabeto. Posiblemente ninguno conozca el sánscrito, pero saldrán seguro algún otro, como el cirílico o el chino. Y podremos hablar de sistemas de escritura diferentes al latino.

Pero también podemos  intentar buscar interpretar el cuento con otro tipo de situación, como una película e polis y cacos, o en un castillo de la Edad Media.

Si les logramos captar la atención, podemos llevar a cabo la actividad, siempre con sus palabras.

Por último, y dentro del lenguaje, hay varias palabras desconocidas. Podemos preguntar a los alumnos su posible significado, por una parte, y preparar un puzle por equipos que se soluciona buscando las soluciones por Internet.

Por otra parte, la charca es un ecosistema, y la evaporación hace que el ecosistema sea dinámico. Por lo tanto, podemos hablar de relación predador-presa, cadenas tróficas y ecosistemas acuáticos, contenidos todos ellos de ecología de 5º y 6º de Primaria.

Por otra parte, el cuento también habla de la vida y de la muerte, así como de la traición. Por lo tanto, estos valores pueden estar bien para crear una dinámica de role playing. Tanto un debate con portavoces como un juicio a la garza (por cierto, es garza, no grulla).

Por lo tanto podemos trabajar lenguaje, ciencias naturales, valores (en tutoría o en otro momento).

En cuanto a actividades más dialógicas, plantearía un debate en el cual dialogaríamos sobre

¿La Naturaleza es traicionera? ¿La Naturaleza es cruel?

Sobre esta base, iría llevando las intervenciones (debate dirigido) hacia si el hombre es traidor o cruel, si más o menos que la naturaleza, por comparación, y por último, las causas por las que los hombres podemos serlo, así como cómo poderlas eliminar, o al menos revertir a los comportamientos mucho menos nocivos para nuestros semejantes.

Así mismo, les propondría plantear otro cuento, en la que los animales del cuento se deban de comportar como realmente se deberían de comportar, según ellos, los humanos.

También intentaría trabajar sobre la traición, el engaño, la astucia…….y sus semejanzas y diferencias.

Y por último,  os propongo un cuento de una comunidad indígena de Perú, los candoshi.

La Sachavaca

Este es un cuento presentado de manera muy peculiar.

En primer lugar proponemos la transcripción fonética a sistema latino (y no al sistema fonético internacional), por lo que podemos usarlo, de nuevo, para captar la atención de los alumnos.

Y por otra, la traducción al castellano utiliza los nombres vernáculos de animales, plantas y otros objetos usados en Perú.




¿Qué actividades propongo?

El cuento es de difícil entendimiento por la aparición de localismos y por el tipo de redacción, típica de Sudamérica, por lo que su uso ha de ser  sexto de primaria (Gross, 1999).

Pero, ¿pueden los alumnos de esta edad afrontar este reto? La respuesta es si, una vez que observamos el mismomapa de ideas que en el caso anterior.

En este caso no realizaría ningún cambio en el cuento, ya que permite un trabajo muy interesante en las áreas que deseamos desarrollar.

Los temas principales del cuento son el respeto, frente al desprecio y al daño, y la deidad como impartidor de justicia.

 El cuento se presta a trabajar la vertiente internacional del castellano, sobre todo en Iberoamérica.

Podemos usar el cuento para comenzar a hablar de las tribus indígenas sudamericanas, y de cómo no poseen escritura, por lo que toda su tradición se realiza de manera oral. Les propondremos un juego: crear un cuento integrando una palabra propuesta por cada uno de los alumnos de la clase.

Uno de los juegos que podemos proponer es realizar un puzle uniendo los objetos y animales con su posible definición. Una vez resuelto el puzle por grupos, deberán traducir el cuento a un castellano sin localismos ni giros sudamericanos, expresándolo todo con sus propias palabras.

Podremos hablar también sobre el respeto a los compañeros y a los demás, así como a no hacer daño.

Incluso podemos enlazar con el bulling, ya que dentro de los  animales del ecosistema del río, la sachavaca (el tapir amazónico), hace bulling (maltrata físicamente) al motelo (tortuga denticulada o morrocoy) y a la raya de agua dulce.

En cuanto a las actividades más dialógicas, creo que  a esta edad, y rescatando de nuevo los conocimientos de psicología evolutiva (Nolazco, 2016), los alumnos podrían desarrollar, por grupos cooperativos,  un cuento oral (con lo cual trabajaríamos de manera lúdica la memoria) en que que incluyan, de manera lógica, e incluso razonada, los valores y contravalores que de desarrollan en el cuento.

Otra posible actividad es un role playing en el cual los tres personajes hablen de por qué cada uno tiene esa actitud ante  los compañeros de charca, y el resto de los compañeros faciliten actuaciones, consejos o modos de ser y actuar para comportarse de una manera adecuada.

Bibliografía

Bettelheim,  B (2012) Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Ed Planeta. Barcelona

Grimm, J; Grimm W (2013) Cuentos de los Hermanos Grimm.  Editorial Digital. Imprenta Nacional. Costa Rica


Gross, CG (1999). Brain, visión, memory. Tales in the history of neuroscience. A Bradford Book. The MIT Press. Cambridge and London.

Jones, SS (2002) The Fairy Tale: The Magic Mirror of the Imagination. Routledge. Taylor & Francis. New York and London
Hinson, M.E. (2008) Zitimina Koko. Cuentos folklóricos de los Candoshi.  Comunidades y culturas peruanas Nº4.  Tercera edición. Instituto Lingüístico de Verano. Lima.

Nolazco, J (2016)  Desarrollo cognitivo del niño. Entrada: UNIDAD III EVIDENCIA 3


Características del infante de 6 hasta 11 años - Ciclo 3, 4 y 5. http://descogdelni.blogspot.com.es/2016/06/unidad-iii-evidencia-3.html

Purnabhadra;  Hertel , J (1908) The Panchatantra,. A collection of ancient hindu tales in the recension, called Panchakhyanaka, and dated 1199 AD, of the Jaina monk, Purnabhadra. Harvard University. Cambridge. Massachussetts.
Purnabhadra, (1949). Panchatantra o cinco series de cuentos orientales. Jose Alemany Bolufer (Ed) .Ed.Partenón, Buenos Aires.
Smith, J; McSherry, W (2004). Spirituality and child development: a concept analysis. Journal of advanced nursing 4(3):307–315
Tatar, M (2002) The annotated classic fairy tales. VW Norton & Company. New York and London
Tatar, M (2004) Los cuentos de hadas clásicos anotados.  Ed Crítica. Colección Ares y Mares.

Tatar, M (2010) Why Fairy Tales Matter: The Performative and the Transformative. Western Folklore. 69(1): 55-64



6 comentarios:

  1. ¡Hola Jesús Ángel!

    En primer lugar, felicitarte porque creo que has hecho un gran trabajo de documentación, se ve en tu entrada que has trabajado mucho ese sentido. El aspecto de tu entrada es muy claro, muy bien organizado y estructurado.

    En cuanto al desarrollo de la actividad y relación con lo solicitado, te quería comentar varias cuestiones:

    - La introducción resulta muy curiosa por todos los datos que das, pero quizás echo en falta que justifiques más cuál es la importancia de trabajar los textos folclóricos en el aula de Primaria.

    - Creo que en todos los cuentos falta la justificación de por qué los has seleccionado para cada curso en concreto, en función del momento evolutivo de los niños. Está muy bien que hables de los temas que se tratan en cada cuento, pero no explicas si los niños están preparados para tratar ese tipo de cuentos, o los valores y contravalores que aparecen, etc., según las teorías psicoevolutivas.

    - Quizás no has hablado de los cambios o adaptaciones que realizarías en los cuentos porque te parece bien como están, no lo sé. Creo que no estaría de más que concretaras si no cambiarías nada o, en caso de querer hacer algún cambio, explicar en qué consistiría. Como sugerencia, yo en el segundo cuento sí que omitiría los párrafos que aparecen precedidos de un número, pues me parece que son pequeñas "moralejas" que pueden mediatizar a los niños e influir en su manera de entender el cuento.

    - Por último, en relación a las actividades a realizar en cada cuento, creo que son muy interesantes pero no sé si se ajustan a lo que Irune nos pedía en esta actividad. Yo entendí que lo que se pretende es crear un diálogo con los alumnos para saber su interpretación del cuento, que puedan juzgar a los personajes, sus valores y contravalores, las consecuencias de sus acciones... Por lo tanto, aunque como te he dicho, es muy interesante cómo trabajas otras áreas, no estoy segura de que sea lo que Irune nos pedía.

    Quizás puedas consultar con Irune o esperar a su comentario para ver qué opina ella.

    Me ha gustado mucho leer tu entrada, como te he dicho, se nota que has hecho un gran trabajo.

    Un saludo,

    María Pérez.

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    1. Hola María,muchisimas gracias por tu lectura y tus consejos.
      Me van a resultar de gran utilidad a la hora de redactar una nueva versión.
      Creía, por ejemplo, que daba abundantes razones por las que utilizar los cuentos folklóricos en clase.
      El momento evolutivo es quizá mi talón de Aquiles. Estoy analizando como hacerlo, pero no consigo una buena manera.
      La psicología evolutiva está muy bien, pero lo que leo no me termina de convencer para sostener las hipótesis.
      Y si, llevas toda la razón con el cuento del Panchatantra. Hay que eliminar esa parte. Muchas gracias por comentarlo.
      Por otra parte no soy partidario de adaptar o modificar ninguna pieza literaria......O sirve tal cual, o mejor buscar otra.
      Y en cuanto a las actividades, trataré de poner el acento en actividades más dialogicas.
      Entiendo la educación como un todo,y no quiero separar unas asignaturas de otras. Pienso que enseñar a interrelacionar conceptos y disciplinas es una de las responsabilidades de los maestros, ya que hemos de enseñar competencias y habilidades, tal y como se producen en la vida diaria, y en la vida diaria no existe el parcelado por disciplinas o asignaturas.
      Varios de mis maestros me insistieron ya en mi formación sobre este aspecto, y creo que este aspecto se debe potenciar en el aula.

      De nuevo, muchas gracias por tus comentarios, y espero que la nueva versión de esta entrada te guste mucho más al introducir tus ideas.

      Un saludo.

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    2. Un excelente comentario, María.

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  2. 3-11-2016

    Una excelente introducción, Jesús. No era necesario profundizar ni extenderte tanto, pero sé que has disfrutado haciéndola (se nota) y yo he disfrutado mucho leyéndola. Remarco esta frase: "El cuento es un contenedor, pero también el vehículo de transmisión de la sabiduría popular. Y adquiere su razón de ser cuando es contado oralmente, no cuando se lee. La emoción es un ingrediente implícito al cuento."

    La selección es magnífica, variada y muy bien presentada y argumentada.

    Sin embargo, cuando llegamos a la parte didáctica, encontramos algunos problemas:

    Hemos quedado en que los cuentos se cuentan, no se leen. Contar es prestarle tus propias palabras a una historia que tiene siglos de vida. Leer en voz alta es simplemente poner sonido y timbre a palabras de otros. Hay que CONTAR los cuentos, es la única forma de emocionar con ellos. No leerlos.
    Por eso los maestros deben actuar como se pide en esta actividad: seleccionar una buena versión de un cuento (no desde el punto de vista de la forma, sino desde el contenido) que se ajuste al momento evolutivo de sus estudiantes, pensar si hay algo que modificar, leerlo, prepararlo, y narrarlo en clase, sin libros, sin imágenes, como se ha hecho durante siglos.

    En relación con las adaptaciones... lo que comentas es absolutamente cierto para los textos de autor: cualquier elemento que se modifique en una obra de arte hace que la obra ya no sea la misma. Es como si borrásemos una de las figuras de El Guernica de Picasso o si yo pintara el cuadro de nuevo para "acercárselo" a los niños. ¡Un horror!
    Pero los textos de transmisión oral llevan la modificación en su propia esencia. Al contar siempre se transforma a no ser que lo memorices como un papagayo o como un actor y lo reproduzcas como un monólogo.
    En una obra de literatura de autor, tanto la forma como el contenido son una unidad inquebrantable. En un texto folclórico, es la historia, los motivos, las funciones, los símbolos... lo que debe permanecer; las palabras siempre son diferentes porque esa es la magia de estas historias. El contenido debe permanecer; el continente siempre es diferente.

    Tu entrada es tan extensa y toca tantos puntos que me podría pasar más de 10 horas respondiendo (ya llevo una y media y cuando acabe este párrafo cierro hasta mañana...). Por ahora te diré que, en la asignatura de Didáctica de la Lengua, verás que los niños de 1º y 2º pueden participar perfectamente en un proceso dialógico si el profesor es un buen mediador y si los temas a tratar les interesan. Lo hacen en las asambleas de EI ¡cómo no lo van a hacer en 1º y 2º de EP... aunque el diálogo sea egocéntrico, es perfectamente posible.

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  3. 4-11-2016

    Me parece bien que quieras globalizar aprendizajes, pero es que lo primero que deberíamos ajustar es qué entendemos por aprendizajes. Si hablamos de materias o hablamos de competencias.

    Desde la línea 1 de la teoría de esta asignatura estoy intentando que modifiquéis vuestros conocimientos previos sobre el uso de la literatura en el aula y que entendáis que la literatura ES en sí misma y no sirve para aprender ni para enseñar nada que el lector (o el público) mismo no extraiga del texto. Mis propios compañeros, expertos en otras materias, en un claro ejemplo de intrusismo profesional, hacen usos instrumentales y didácticos de los textos literarios.
    Leer un libro literario de autor o escuchar un relato literario folclórico aporta un amplio desarrollo de competencias PERSONALES. Pero no es lo mismo poner en juego competencias que ENSEÑAR MATERIAS o CONCEPTOS, es decir, desarrollar competencias ACADÉMICAS.
    Para eso que tú quieres hacer, usa textos paraliterarios, creados o escritos con función didáctica o moralizadora. ¿Por qué quieres despojar a la literatura de su esencia artística convirtiéndola en un mero instrumento de enseñanza-aprendizaje?

    Revisa las actividades. Todas las que no sean propiamente metaliterarias o enfocadas a que los niños aprenda a realizar la comprensión connotativa que requiere la literatura, no son aceptables para esta asignatura. Puedes realizarlas, después de trabajar los relatos literariamente, en otras áreas, pero SIEMPRE después de haber completado el trabajo literario.

    Para que te hagas una idea: si cada vez que leyera una novela tuviera que realizar dibujos, puzles, otras de teatro, aplicaciones -por muy lúdicas que sean- a áreas de conocimiento, etc... no leería. Simplemente. Dejaría de leer radicalmente.
    Leo porque la literatura es una comunicación EMOCIONAL entre el texto, los personajes, las acciones, las situaciones.... y yo, con mi forma de entender el mundo, con mis sentimientos, con mis experiencias... incluso con mis estados de ánimo.
    Cuando quiero aprender, leo otro tipo de textos de los que no espero nada emocional y en los que busco la significatividad, la funcionalidad, la fiabilidad, etc...

    Lo realmente importante en estas edades de Primaria es que los niños descubran LA COMUNIÓN EMOCIONAL CON EL TEXTO LITERARIO. Todo lo que sea ensuciar esa comunión, dará a los niños una falsa idea de lo que es la literatura. Lo estamos haciendo mal; lo hacen mal los maestros y la consecuencia es que, como demuestran los datos de las investigaciones, el trabajo "literario" en el aula (lo pongo con comillas porque así no se trabaja la literatura) aleja a los niños de la lectura. Debes entenderlo para no cometer los mismos errores que otros y no provocar en tus alumnos ese alejamiento de la lectura literaria.

    (Tres horas leyendo y comentando... me vas a tener que pagar aparte...)

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  4. Hola Irune.
    Muchas gracias por tus comentarios y por tu reflexión.
    No se cual de los dos es más valiosa.
    Haces unas argumentaciones realmente demoledoras.
    Siento que hayas tenido que echar tanto tiempo.
    A ver si saco un rato y remato las dos tareas.

    Gracias por todo!!!!!!

    Jesús

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